No suelo hacer esto, pero creo que la ocasión lo merece. Para que escribir cuando una compañera te roba las palabras y las expresiones. Encantado de compartir con una compañera como Esther una misma organización, sentir y ver como seguimos siendo analíticos y analíticas, como la rabia nunca nos ciega pese a los insultos recibidos, es algo que nunca podemos olvidar. Ladran, luego cabalgamos. Nos insultan, luego respondemos, no con más insultos, pese a que la demagogia, simplicidad e incapacidad analítica de la Señora Elvira Lindo merecía esa respuesta. Pero Esther, por formación, por ideología, por capacidad, NO insulta, simplemente responde a una más de esas seudointelectuales que olvidan que desde 1989 hay varios millones de personas muertas por la acción del capitalismo, hay dos mil millones de pobres en el mundo, un 20% de la población española puede definirse como pobre.... Porque todo el mundo intelectual parece olvidar que desde 1989 no sólo continúan habiendo guerras en el mundo sino que cada vez son más sangrientas para los civiles, cada vez más mentiras y cada vez más ilegales. El muro cayó en 1989. Desde entonces, dejennos en Paz. Este mundo, esta mierda de mundo (con más pobres y peores condiciones de vida en el Este) es su mundo. Nosotros y nosotras asumimos NUESTROS errores, y seguiremos luchando por la alternativa para no volver a cometerlos. PERO NO NOS CARGUEN los SUYOS.
A Elvira Lindo, y a todo ese espectro semiintelectual totalmente absorbido por el sistema, le molesta profundamente que nosotros y nosotras sigamos aquí, mientras ellos y ellas han traicionado cualquier esperanza de cambio, mirando siempre hacia otro lado. Qué esperamos de esta gente. En las próximas elecciones volverán a hacer campaña por el PSOE, si no la hacen ya directamente por su partido hermano qué es el PP. Pero, olvidarán, por ejemplo, que el único partido que defendió en el estado español la vigencia universal de los derechos humanos, la legislación internacional contra genocidas y criminales de guerra fue, paradójicamente, el partido al que pertenece Esther López Barceló.
Un saludo.
TRIBUNA: ESTHER LÓPEZ BARCELÓ
COMUNISTAS II
El pasado 11 de noviembre, la señora Elvira Lindo tuvo a bien dedicarme su columna, que bajo el título Comunistas pretendía desacreditarme sobre la base de una entrevista que ELPAÍS.com publicó a raíz del congreso del PCE. Aprovechó así para verter (ése es su privilegio) toda una serie de tópicos anticomunistas, que personificó en mí.
Parece molestarle que siga habiendo comunistas y jóvenes comunistas. Pues siento darle una mala noticia: jóvenes y comunistas en este país, los hay a miles. En este siglo XXI, cuando la humanidad se enfrenta a una crisis global, lo que debería extrañar no es que una joven de 26 años que vive de su trabajo crea en el comunismo, lo que debería escandalizarnos es que se defienda lo actualmente existente.
Me ataca por "seguir la estela del asalariamiento político desde pequeños". Tengo 26 años, nunca he cobrado de IU, soy arqueóloga y no encuentro trabajo (como miles de jóvenes en este país). Los jóvenes de IU decidieron de forma democrática quién de nosotros podía aceptar una beca del Consejo de la Juventud de España durante cinco meses y me eligieron a mí, entre otras cosas, porque estaba en paro.
Además, me preocupa que Lindo exagere mis palabras para divertirnos con sus prejuicios anticomunistas. Cuando puse de manifiesto que ante la celebración de la caída del muro también había que recordar lo que de positivo tuvo la Revolución de Octubre, entre otras cosas, la victoria contra el fascismo y la liberación de los campos de concentración, debió parecerle un anatema y cargó contra mí con el argumento de que me olvido de los gulags.
Yo no defiendo el estalinismo, criticado por el PCE desde hace más de 50 años, en ninguna de sus formas. Sin embargo, en estos días hemos visto cómo Merkel, Sarkozy y Berlusconi se erigían como la nueva esperanza del mundo pregonando que no hay otra alternativa. Igual han convencido a la señora Lindo. A mí no. Creo que lo que realmente les molesta es que los comunistas españoles defendemos una sociedad consecuentemente democrática: trabajamos por tener una democracia real, participativa, que sea la expresión de la voluntad de todos y no sólo una democracia formal, bipartidista y monárquica que siempre defiende a los poderosos. Socialismo y libertad fueron siempre los lemas del PCE.
A Lindo no se le podía escapar el otro tema favorito de la literatura anticomunista: Cuba, pero sin preocuparse por Guantánamo, el lugar de la isla donde se produce la violación más execrable de los derechos humanos, ni para denunciar el bloqueo genocida. Yo ya sé que no todo es perfecto en Cuba (ni en ninguna parte) pero también sé que los niveles de educación y sanidad públicas conseguidas en Cuba son difícilmente igualables. Creo que lo que más les molesta es que no se rinden.
Y ahí va el tercer tópico: que no nos rendimos. Me acusa de aprender "las enseñanzas recibidas de los viejos camaradas: no desistir nunca". Y tiene razón: tenemos ganas de luchar, de combatir las injusticias, y sobre todo de combatir el capitalismo. Yo me hice comunista después de conocer de cerca a un guerrillero, de esos que persistieron, de los que no han desistido nunca, Quico Martínez -que sigue registrado con el calificativo de "bandolero" por defender la democracia en este país-.
Me sumo a su terquedad para cambiar las cosas en mí país. Con la misma persistencia que muchos comunistas tuvieron durante 40 años para combatir un régimen y traer a España derechos y libertades, entre ellas, la libertad de expresión de la que vive la señora Lindo.
Porque en tiempos como éstos en los que el capitalismo muestra su verdadero rostro, somos muchos, mal que le pese a cierta intelectualidad, los que vamos a hacer posible cambiar el mundo.
Esther López Barceló es afiliada del PCE y concurrió en la lista de Izquierda Unida a las últimas elecciones europeas. Firman también este artículo Cayo Lara, coordinador federal de IU; José Luis Centella, secretario general del PCE; y Willy Meyer, eurodiputado de IU.BUNA
Tantos miles de comunistas jóvenes no hay, porque si eso fuera así el PCE no estaría donde está, escondido tras IU. Eso sí, lo que queda de manifiesto es que una parte de la juventud española, cuya representatividad del conjunto es cuando menos dudosa, no permanece apática en cuestiones políticas, lo que en mi opinión es siempre motivo de alegría. A ver si cunde el ejemplo; ojo, no de ser comunistas sino de participar activamente en política, que es diferente.
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