Como todo el mundo puede ver, apenas actualizo este Blog. Creo que igual que a muchos y muchas me cuesta en exceso enfrentarme primero a escribir y después a ser leído (y criticado).
Pero hay momentos o noticias que a uno le despiertan tal mezcla de sorpresa e indignación que despierta los dedos sobre el teclado.
Hoy el diario Público publica, valga la redundancia, una noticia que resume la situación sobre el maltrato a las mujeres en Italia, país que forma parte del G-20 y creo recordar también del G-8.
El artículo podéis consultarlo aquí:
http://www.publico.es/internacional/225181/italia/justifica/violencia/mujeres
Y se llama Italia Justifica la violencia contra las mujeres.
Una vez más, la pregunta social y política que debemos hacernos es sencilla: ¿Seguimos avanzando? La simple idea de un sistema judicial que considera a los celos como explicación atenuante para asesinar a una mujer, la simple concepción que se escuda en la cultura italiana como explicación del machismo asesino, algo tan sencillo como eso debería bastar para excluir de esa lista de países avanzados o desarrollados que siempre se elaboran pesando el precio de los billetes.
Pero hay momentos o noticias que a uno le despiertan tal mezcla de sorpresa e indignación que despierta los dedos sobre el teclado.
Hoy el diario Público publica, valga la redundancia, una noticia que resume la situación sobre el maltrato a las mujeres en Italia, país que forma parte del G-20 y creo recordar también del G-8.
El artículo podéis consultarlo aquí:
http://www.publico.es/internacional/225181/italia/justifica/violencia/mujeres
Y se llama Italia Justifica la violencia contra las mujeres.
Una vez más, la pregunta social y política que debemos hacernos es sencilla: ¿Seguimos avanzando? La simple idea de un sistema judicial que considera a los celos como explicación atenuante para asesinar a una mujer, la simple concepción que se escuda en la cultura italiana como explicación del machismo asesino, algo tan sencillo como eso debería bastar para excluir de esa lista de países avanzados o desarrollados que siempre se elaboran pesando el precio de los billetes.
Además, igual que en tantas otras ocasiones, uno no puede dejar de observar el cinismo. Ser italiano y matar a tu mujer por celos o "por excesivo amor" (como han llegado a comentar algunos periódicos) es algo cultural, "europeo", pero no lo es cualquier actuación sobre la mujer de otras culturas. Somos etnocéntricos hasta en nuestro desprecio por las mujeres.
Valga todo esto para señalar una evidencia más que siempre he escuchado a varias compañeras de larga tradición de lucha feminista: nada se ha alcanzado de manera definitiva, nada se ha conquistado para siempre. La igualdad continua siendo una quimera que sólo nos venden para conseguir nuestros votos. Hoy es Italia, pero no dudemos que mañana puede ser España. Que nadie se equivoque, hay gran parte de sustrato cultural (entendiendo este concepto desde una perspectiva sociológica y antropológica) en la concepción sobre la mujer en nuestra sociedad. Porque eso es el Patriarcado: una construcción histórica, cultural, política, económica y social que se asienta sobre la desigualdad entre sexos, por un lado, pero también entre los roles de género, por otro. Y como toda construcción puede ser deconstruida. Y eso es la acción política, actuar para que las cosas cambien, para deconstruir y volver a edificar, nunca lo olvidemos.
Pero las amenazas son continuas. Sinceramente, hoy con noticias así creo que debemos cambiar todos los adjetivos calificativos que otorgamos a Italia como país "occidental" o desarrollado, y eliminarlo de esa clasficación mental que establecemos. Deberíamos todos y todas comenzar a valorar nuestros estados en base a otros criterios que los meramente económicos. Me da igual el PIB de USa, de Italia, de GB o de España si mis compañeras pueden ser asesinadas con atenuantes "nacionales" o estereotipos. El respeto pleno, la búsqueda de la equidad, el comportamiento de igual a igual deberían comenzar a ser criterios básicos en la definición internacional de un país, y deberían ser muy considerados en el IDH.
Y bueno, aquí tampoco vivimos en el paraíso, pero esa ya es otra cuestión...
Valga todo esto para señalar una evidencia más que siempre he escuchado a varias compañeras de larga tradición de lucha feminista: nada se ha alcanzado de manera definitiva, nada se ha conquistado para siempre. La igualdad continua siendo una quimera que sólo nos venden para conseguir nuestros votos. Hoy es Italia, pero no dudemos que mañana puede ser España. Que nadie se equivoque, hay gran parte de sustrato cultural (entendiendo este concepto desde una perspectiva sociológica y antropológica) en la concepción sobre la mujer en nuestra sociedad. Porque eso es el Patriarcado: una construcción histórica, cultural, política, económica y social que se asienta sobre la desigualdad entre sexos, por un lado, pero también entre los roles de género, por otro. Y como toda construcción puede ser deconstruida. Y eso es la acción política, actuar para que las cosas cambien, para deconstruir y volver a edificar, nunca lo olvidemos.
Pero las amenazas son continuas. Sinceramente, hoy con noticias así creo que debemos cambiar todos los adjetivos calificativos que otorgamos a Italia como país "occidental" o desarrollado, y eliminarlo de esa clasficación mental que establecemos. Deberíamos todos y todas comenzar a valorar nuestros estados en base a otros criterios que los meramente económicos. Me da igual el PIB de USa, de Italia, de GB o de España si mis compañeras pueden ser asesinadas con atenuantes "nacionales" o estereotipos. El respeto pleno, la búsqueda de la equidad, el comportamiento de igual a igual deberían comenzar a ser criterios básicos en la definición internacional de un país, y deberían ser muy considerados en el IDH.
Y bueno, aquí tampoco vivimos en el paraíso, pero esa ya es otra cuestión...
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